Editorial Carreteras Nº 235 • Año 2021

Shanghai overpass at night in China.

Sumando multiplicamos

By adding, we can multiply

En un momento en el que la movilidad autónoma y conectada se está desarrollando a una gran velocidad a través de iniciativas que ya son una realidad en distintos lugares del mundo, es interesante hacer, una vez más, desde estas páginas, una reflexión sobre la importancia de la infraestructura en el contexto de este nuevo modelo de movilidad.

¿Los vehículos autónomos serán capaces por sí mismos de garantizar una movilidad con estándares adecuados de seguridad, fluidez, eficiencia, etc.? Probablemente sí, pero no en un futuro próximo y, desde luego, no en todas nuestras vías.

En el 2º Congreso Español de Smart Roads, celebrado en Madrid en diciembre de 2021 organizado por la Asociación Española de la Carretera, se puso de manifiesto el papel de la infraestructura como elemento optimizador de la movilidad autónoma, con un interesante concepto apuntado desde el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG): “La ampliación del horizonte de percepción del vehículo autónomo con la inteligencia de la infraestructura”.

El vehículo inteligente, con multitud de sensores embarcados, puede mejorar sus posibilidades de percepción gracias al despliegue de tecnología en la infraestructura. Así, equipamiento viario de última generación puede contrarrestar, o al menos amortiguar, las limitaciones que aquellos sensores presentan y que pueden afectar a situaciones diversas, tales como la identificación de usuarios vulnerables en ángulos muertos del vehículo por medio de cámaras instaladas en una intersección, o proporcionando información en tiempo real al usuario bajo condiciones climáticas adversas.

El desigual desarrollo de la tecnología para la movilidad autónoma en el vehículo y la infraestructura ha otorgado una enorme visibilidad a la tecnología embarcada, la cual, hoy en día, proporciona soluciones comerciales de conectividad que están disponibles en una amplia gama de vehículos. En este escenario, pareciera que la infraestructura sigue anclada en el pasado, y nada más lejos de la realidad. La tecnología desplegada en nuestras redes de carreteras proporciona actualmente una enorme cantidad de datos y facilita servicios que mejoran la eficiencia del tráfico y la seguridad. Y los proyectos que están en marcha en este momento apuntan hacia una movilidad cooperativa, conectada y automatizada, en cuya materialización la tecnología desplegada en la carretera tiene mucho que aportar.

No se trata de sustituir ni de cambiar, se trata de sumar; sumar para que la movilidad sea lo más segura y eficiente posible. Sumar la inteligencia de la infraestructura a la inteligencia del vehículo para multiplicar la eficacia en el despliegue real de la automatización.

In a period in which autonomous and connected mobility is evolving very rapidly through initiatives that have already become a reality in several parts of the world, once more, from these pages, it is interesting to think about the importance of the infrastructure in the context of this new mobility model.

Will autonomous vehicles be able by themselves of ensuring a minimum standard for safety, fluidity, efficiency, etc. in mobility? Probably yes, but not in the near future and, of course, not in all roads.

At the 2º Spanish Smart Roads Conference, held in Madrid in December 2021, and organized by the Spanish Road Association, the role of infrastructure as an autonomous mobility optimizer become clear. In this context, there in an interesting concept suggested by the Galician Technological Automotive Centre (CTAG) (Centro Tecnológico de Galicia): "the enlargement of the horizon of autonomous vehicle perception with the intelligence of the infrastructure".

The intelligent vehicle with multitude on-board predictive sensors can increase perception possibilities thanks to the deployment of technology in the infrastructure. Thus, last generation road equipment can compensate, or at least mitigate, sensors limitations, which can affect various situations, such us the detection of vulnerable users in the blind spots of vehicles by cameras installed at crossings or providing real-time data to users under adverse weather conditions.

The unequal development of autonomous mobility technology on vehicles and infrastructure has raised a tremendous visibility to on-board technology which today provides connectivity commercial solutions that are available in a wide range of vehicles. In this context, it would seem that infrastructure is frozen in the past and this is far from reality. The technology deployed along the road network currently provides an enormous amount of data and facilitates services that improve the safety and traffic efficiency. Several projects already in operation point towards a cooperative, connected and automated mobility, in which completion the deployment of technology in roads has a very important contribution.

It is not a question of replace or changing, the task is adding; add up for making mobility as safe and efficient as possible. Add up the intelligence of the infrastructure to the intelligence of the vehicle to multiply the effectiveness in the real time automation deployment.