El instrumento europeo Next Generation EU ha sido diseñado con el objetivo de posibilitar la recuperación económica y social tras el impacto generado por la pandemia de coronavirus, de manera que la Europa posterior al COVID-19 sea más ecológica, más digital, más resiliente y esté mejor adaptada a los retos actuales y futuros.
El Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia es el elemento central del Next Generation EU, con 672.500 millones de euros en préstamos y subvenciones disponibles para apoyar las reformas e inversiones emprendidas por los países de la Unión Europea.
La transición ecológica y digital son requisitos prioritarios para el diseño de los planes nacionales de recuperación y resiliencia que están desarrollando los Estados miembros. La oportunidad es idónea para el sector de la carretera, de manera que se pueda dar continuidad a un proceso de modernización ya iniciado, con vistas a una movilidad verde, segura e inteligente que permita dar respuesta a los grandes retos. Descarbonización, conectividad, economía circular, movilidad autónoma, fuentes alternativas de energía…, son solo algunos de los ámbitos que marcarán los programas de trabajo post-COVID.
La Asociación Española de la Carretera está inmersa en un proceso integrador con el sector viario español, con vistas a proponer iniciativas de país para adecuar la modernización de las infraestructuras y la movilidad a los requisitos establecidos por el Next Generation EU. Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que, en el ámbito de la carretera conectada, la fiscalidad verde, la adaptación al cambio climático, la reutilización de materiales o la movilidad autónoma en espacios de alta sensibilidad ambiental, se están poniendo a disposición del sector público para promover la necesaria transición ecológica y digital.
Sin embargo, nuevamente desde Bruselas el viento sopla en contra de la carretera y las primeras noticias sobre la viabilidad de la financiación de proyectos se muestran claramente a favor de otras infraestructuras de transporte tradicionalmente respaldadas en el ámbito comunitario. Es el momento de apostar por una nueva movilidad, que integre a todos los modos de transporte y que, desde luego, no deje fuera al modo elegido por más del 80% de los viajeros y el 50% de las mercancías en el conjunto de la Unión Europea(1).
Resulta difícil entender que vayan a quedar fuera de esta financiación europea los programas de renovación de firmes; esta operación contribuye de forma significativa a la reducción de las emisiones de CO2, al tiempo que supone una disminución del ruido producido por la circulación al emplearse pavimentos fonoabsorbentes. Y no menos sostenibles son otras actuaciones encaminadas a la mejora de la seguridad vial en tramos de concentracción de accidentes o los proyectos para mejorar la eficiencia energética en los tramos viarios iluminados.
La carretera no puede consentir ser retratada como contaminante o menos verde, en modo alguno. Recordemos que es la carretera la que soporta, por ejemplo, el coche eléctrico o el coche conectado, cuya movilidad está en el corazón del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia.
El sector viario está preparado para liderar y acometer proyectos de cambio, que cumplen con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, con el Pacto Verde Europeo, con la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de la Comisión Europea, así como con los requisitos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia “España Puede” y numerosas de sus políticas palanca.
Seguiremos trabajando sin descanso para que la carretera ocupe el lugar que merece, como eje fundamental de la movilidad de los ciudadanos europeos. Y si el viento sigue soplando en contra, remaremos más fuerte.
(1) https://erf.be/statistics/
The European Next Generation EU instrument has been designed with the aim of enabling economic and social recovery after the impact generated by the coronavirus pandemic, so that post-COVID-19 Europe is greener, more digital, more resilient and better adapted to current and future challenges.
The European Recovery and Resilience Mechanism is the core element of the Next Generation EU, with € 672.5 billion in loans and grants to support reforms and investments undertaken by European Member States.
The ecological and digital transition are priority requirements for the design of the national recovery and resilience plans developed by the Member States. The opportunity is ideal for the road sector, so that the modernization process already started can continue, with a view to a green, safe and intelligent mobility that allows to respond to the great challenges. Decarbonisation, connectivity, circular economy, autonomous mobility, alternative sources of energy ... are just some of the areas that will mark the post-COVID work programs.
The Spanish Road Association is immersed in an integrating process with the Spanish road sector, with a view to proposing national initiatives to adapt the modernization of infrastructures and mobility to the requirements established by Next Generation EU. Strategic Projects for Economic Recovery and Transformation (PERTE) that, in the field of connected roads, green taxation, adaptation to climate change, reuse of materials or autonomous mobility in environmentally sensitive areas, are being suggested to the public sector in order to promote the necessary ecological and digital transition.
However, again from Brussels the wind is blowing against the road, and the first news about the feasibility of financing is clearly in favor of other transport infrastructures traditionally supported at the EU level. It is time to support a new mobility, which integrates all modes of transport and, of course, does not leave out the mode chosen by more than 80% of passengers and 50% of the goods in the European Union(1).
It is difficult to understand why pavement renovation programs are going to be left out of the European funding; this operation contributes significantly to the reduction of CO2 emissions, while reducing the noise produced by traffic, by means of sound-absorbing pavements. And no less sustainable are other actions aimed at improving road safety in high-risk road sections or projects to improve energy efficiency in road lighting.
The road cannot consent to be marked as polluting or less green, in any way. Let us remember that it is the road that supports, for example, the electric or the connected vehicle, policies which are the heart of the European Recovery and Resilience Mechanism.
The road sector is prepared to lead and undertake changes, which fulfil the Sustainable Development Goals of the 2030 Agenda, with the European Green Deal, with the Sustainable and Smart Mobility Strategy of the European Commission, as well as with the requirements of the Recovery, Transformation and Resilience Plan "España Puede" and several of its policies.
We will continue working tirelessly so that the road occupies the place it deserves, as a fundamental axis of the mobility of European citizens. And if the wind keeps blowing against us, we will row harder.
(1) https://erf.be/statistics/