La filosofía nórdica, cada día un poco más nuestra
30 de junio de 2021

Asumir que en carretera no debería haber víctimas mortales es una forma de entender la movilidad que, hasta hace unos años, era exclusiva de culturas del norte de Europa.

Sin embargo, el estancamiento producido en la mejora de la seguridad vial y el conocimiento cada vez más profundo de otras prácticas desarrolladas en países de nuestro entorno han provocado una búsqueda de nuevas fórmulas, tomando a los estados nórdicos como ejemplo.

El recién publicado Manual con recomendaciones para la mejora de la seguridad vial en entornos interurbanos, elaborado por la Subdirección General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la Dirección General de Tráfico (DGT), es un buen ejemplo de ello.

En este documento, se apuesta entre otras medidas por buscar un sistema de transporte que se anticipe y se adapte a los errores humanos, previniendo consecuencias fatales y graves.

Asimismo, parte de la premisa de que en el sistema de transporte no deberían producirse muertes ni lesiones graves, y que la seguridad vial no debería negociarse con otros factores como el coste económico o “el deseo de menores tiempos de viaje”.

Este nuevo manual de seguridad vial de la DGT señala que el diseño de las carreteras, así como el de los vehículos, debe realizarse de tal forma que, en caso de colisión, limite las fuerzas a niveles de daño tolerables por el cuerpo humano.

Punto importante es, también, la idea de la responsabilidad compartida con los usuarios, de manera que cuando ocurra un accidente, se busquen soluciones en el conjunto del sistema en lugar de culpar únicamente al conductor o a otros usuarios.

Siguiendo esta línea de trabajo, el documento contiene una selección de medidas de efectividad demostrada y que no implican modificaciones sustanciales de la infraestructura, sino que mejoran la seguridad inherente de la vía por medio de la adecuación de determinados elementos o la adaptación de su fisionomía.

Se tiende, así, hacia vías más autoexplicativas y más benignas (que perdonan el error), como práctica alineada con los pilares del enfoque de Sistema Seguro.

El objetivo del Manual es, en definitiva, proporcionar a los organismos responsables de las carreteras y la seguridad vial un conjunto de medidas y buenas prácticas para la mejora de la seguridad, actuando sobre el diseño y la fisonomía de la vía y sus elementos.

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