Editorial Carreteras Nº 229 • Año 2020

Una llave para la recuperación

A key to recovery

Desde el año 2009, nuestras carreteras han visto cómo la inversión en su mantenimiento y reposición se reducía gravemente. En concreto y para la red dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, entre 2009 y 2019 la caída se sitúa en un 76% en el capítulo de conservación y seguridad vial.

El cumplimiento del déficit público exigido por Bruselas y el gasto social han sido la prioridad para los sucesivos gobiernos -incluso en los últimos ejercicios, cuando España empezaba a crecer a un ritmo sostenido-, siendo la inversión en infraestructuras la gran damnificada por estas políticas.

En efecto, el patrimonio viario exige de unos recursos para su mantenimiento que las arcas púbicas no asumen, lo que ha generado un déficit de conservación cifrado en 7.500 millones de euros, según se desprende del último Informe sobre Necesidades de Inversión de las Carreteras Españolas publicado por la Asociación Española de la Carretera.

Y precisamente porque en la última década las carreteras no han sido objeto de la atención necesaria, el sector viario ofrece un amplio campo de actuación que le posiciona como oportunidad cierta de recuperación frente a la crisis provocada por el Covid19, pudiendo absorber buena parte de los empleos que van a perderse, favoreciendo simultáneamente la activación de actividades que ayudan al progreso de la España vacía, como el turismo rural, y contribuyendo a implementar, en último extremo, las transformaciones y adaptaciones que la movilidad del futuro exige y que, más tarde o más temprano, habrán de tener prioridad en la agenda política.

España se enfrenta a una crisis laboral sin precedentes. Hay pronósticos, como el de la consultora ManpowerGroup, que apuntan a que en 2021 el 25% de las personas que han estado protegidas por un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) estos últimos meses podrían acabar perdiendo su trabajo.

En este contexto, se impone la necesidad urgente de adoptar medidas que absorban los puestos de trabajo que van a desaparecer en los sectores a los que el confinamiento a que ha obligado la pandemia global, está afectando con mayor virulencia: hostelería, restauración, ocio, turismo y entretenimiento.

Un dato revelador en este sentido: por cada millón de euros invertido en construcción se generan 14 nuevos puestos de trabajo y hasta 18 nuevos empleos por cada millón de euros que se destina a conservación, según cálculos de las asociaciones de construcción y conservación de obra pública.

Por ello, desde la Asociación Española de la Carretera y en el marco de las 20 medidas trasladadas al Gobierno el pasado 29 de abril, el sector viario del país ha puesto sobre la mesa un Plan de Carreteras Seguras, Verdes y Conectadas que, con una inversión total de algo más de 32.000 millones de euros, podría generar más de 1 millón de nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos, para los perfiles más vulnerables (oficiales, peones y trabajadores con poca formación).

Vivimos una situación de la que no hay precedentes, ni desde el punto de vista sanitario ni tampoco desde la perspectiva económica. Una situación frente a la que no podemos permanecer expectantes, cruzando los dedos ante el previsible derrumbe de nuestro castillo de naipes.

Es momento de actuar, de buscar soluciones y de transformar las dificultades en oportunidades. En el sector viario hay una llave que puede ayudar a la recuperación, tan solo es necesario iniciativa para girarla y valentía para abrir la puerta.

Consultar el Plan de Carreteras Seguras, Verdes y Conectadas.

Since 2009, our road network has suffered the consequences of the severe reduction in the investment on maintenance. Specifically, for the road network dependent on the Ministry of Transport, Mobility and Urban Agenda, the reduction of the investment on maintenance and road safety during 2009-2019 was 76%.

Fulfilment of public deficit requirements from Brussels and social spending have been a priority for governments - even in recent years, when Spain began to grow at a sustained rate-; investment on infrastructure has been seriously reduced as a consequence of these policies.

Indeed, road networks require resources for maintenance which are not covered by public budgets, which has generated a deficit in road maintenance estimated to be 7,500 million euros (according to the last report on road maintenance requirements of the Spanish road network published by the Spanish Road Association).

And just because in the last decade roads have not received the necessary attention, the road sector offers a wide field of action, as a real opportunity for recovery of the COVID-19 crisis; the sector is ready to absorb a great part of the jobs lost, while supporting activities leading to the progress of depopulated areas, such as rural tourism, and contributing to the implementation of the transitions that mobility of the future requires; these adaptations will, sooner or later, be a priority in the political agenda.

Spain faces an unprecedented employment crisis. There are forecasts, such as ManpowerGroup’s, which suggest that in 2021, 25% of employees under the governments’ employment protection measures, will finally lose their job.

In this context, there is an urgent need to adopt measures to absorb the jobs that are going to disappear in the most affected sectors by lockdowns; sectors such as hotels, restaurants, leisure, tourism and entertainment, which have been particularly affected by the pandemic.

There is a clarifying figure from the estimations of the infrastructure construction and maintenance associations: for every million euros invested in construction, there is a generation of 14 new jobs, while every million euros that is allocated to maintenance generates 18 new jobs.

For this reason, the Spanish Road Association has sent to the Government a package of 20 specific measures included in the Plan for Safe, Green and Connected Roads. Released on April 29th, it means an investment of 32,000 million euros, which could generate more than 1 million new jobs, direct and indirect, for the most vulnerable profiles.

We are living in a situation without precedents from the sanitary and economic perspective. A situation which requires us not to remain waiting, crossing our fingers before the foreseeable collapse.

It is time to act, to look for solutions and to transform difficulties into opportunities. In the road sector there is a key that can support recovery, we only need initiative to turn it up with courage to open the door.

Check plan for safe, green and connected roads.