En 2019 se publicará la revisión de la Directiva 2008/96/CE sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias y se abrirá una nueva oportunidad para homogeneizar el nivel de seguridad que las carreteras europeas ofrecen a sus usuarios.
La publicación en 2008 de esta innovadora Directiva supuso el fin de complicadas negociaciones entre los Estados Miembros con, por aquel entonces, niveles muy dispares de compromiso con la máxima seguridad de las carreteras. La Directiva imponía la obligatoriedad de la aplicación de herramientas como las auditorías e inspecciones de seguridad vial o las evaluaciones de impacto, entre otras, a la Red Transeuropea. El editorial del número de Carreteras de septiembre-octubre de 2009 ya se hizo eco de la baja representatividad que esta red supone en la longitud total de la red viaria: en España, aproximadamente el 10%; en otros países, aún menos.
La revisión de esta Directiva, que se realiza 10 años después de su publicación, supone una nueva oportunidad para ampliar el ámbito de aplicación de medidas que, indudablemente, permiten mejorar la seguridad de la vía para todos sus usuarios. Se trata, en cierto modo, de “democratizar” los procedimientos de mejora, de manera que no sean sólo para las vías de más altos estándares de diseño, conservación y equipamiento, sino también para otro tipo de redes, de rango menor, pero de gran importancia en la movilidad de personas y mercancías.
La Unión Europea ha respondido a la necesidad de generalizar estos procedimientos a otras vías, ampliando el ámbito de aplicación a las “carreteras principales”, así como a las que se integren en proyectos financiados total o parcialmente con fondos europeos. Todavía no está clara la definición de las “carreteras principales”, pero el borrador de la Directiva ya menciona que el ámbito total de aplicación “afecta a un relativamente modesto 15% de la red de carreteras en cuanto a la longitud; sin embargo, representan alrededor del 39% de las víctimas mortales causadas por el tráfico en la Unión Europea”.
En este punto, es importante destacar la iniciativa de algunas administraciones autonómicas españolas en esta última década, que han fomentado la implantación de estas herramientas en su red, fuera de cualquier obligatoriedad impuesta por Bruselas. Claramente, un paso adelante en la mejora de la seguridad para todos los usuarios. Otras modificaciones en la Directiva pasan por la consideración del procedimiento de evaluación de las carreteras del conjunto de la red, que comprende una inspección visual, un análisis de los datos históricos de siniestralidad y de los volúmenes de tráfico, y una evaluación del riesgo.
Como también citábamos en el año 2009, la Directiva constituye un excelente marco para continuar con la mejora de la seguridad de las infraestructuras. Ójala que para todas las carreteras. Sin clases.
The revision of Directive 2008/96/EC on road infrastructure safety management will be published in 2019, opening a new opportunity to homogenize the level of safety that European roads offer to their users.
The publication in 2008 of this innovative Directive marked the end of complicated negotiations between Member States with, back then, very different levels of commitment to optimal road safety. The Directive imposed the mandatory application of tools such as road safety audits and inspections or safety impact evaluations, among others, to the Trans-European Network. The editorial in the issue of September-October 2009 of Carreteras already echoed the low representativeness of this network in the total length of the road network: in Spain, approximately 10%; in other countries, even less.
The revision of this Directive, which takes place 10 years after its publication, is a new opportunity to expand the scope of application of measures that undoubtedly allow the improvement on road safety for all its users. It is all about "democratizing", in a certain way, the procedures of improvement, so that they are not only for the roads with the highest design standards, maintenance and equipment, but also for other types of road networks, of lower rank, but of great importance in the mobility of people and goods.
The European Union has responded to the need to generalize these procedures to other routes, expanding the scope of application to the "primary roads", as well as those that are integrated in projects financed totally or partially with European funds. The definition of “primary roads” is not yet clear, but the Directive’s draft already mentions that the total scope of application “affects a relatively modest 15% of the road network in terms of length; however, they represent around 39% of the death toll caused by traffic in the European Union ”.
At this point, it is important to highlight the initiative of some Spanish autonomic administrations in this last decade, that have encouraged the implementation of these tools in their network, outside of any obligation imposed by Brussels.
This is clearly a step forward to improve safety to all users.
Other amendments to the Directive go through the consideration of the evaluation procedure of the roads of the entire network, including visual inspection, analysis of the historical accident and traffic volumes rate, and a risk assessment.
As we also mentioned in 2009, the Directive constitutes an excellent framework to keep improving the safety of infrastructures. Hopefully for all roads. Without classes.