Proyecto Pascal: El 82% de los usuarios del bus sin conductor muestran sentimientos positivos tras el viaje
2 de abril de 2021

Los vehículos autónomos no generan aún total confianza entre la población, ni siquiera entre los jóvenes. Sin embargo, una vez que se prueban, la percepción varía.

Así lo demuestra un estudio promovido por Etelätär en el que ha colaborado la Asociación Española de la Carretera (AEC) junto a la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Consorcio Regional de Transportes de esta comunidad, la empresa de transportes Alsa y la Dirección General de Tráfico (DGT).

La investigación tiene como objetivo determinar cuál es la percepción real que tiene la población acerca de la movilidad autónoma y conectada.

Para ello, se han realizado cinco pruebas piloto en diferentes ciudades europeas. Una de ellas, en Madrid, en el Campus de la UAM, con un minibús autónomo operado por Alsa.

Para conocer de forma efectiva cómo percibe la población este tipo de movilidad, se ha llevado a cabo un sondeo entre las 158 personas que han accedido a realizar el trayecto en este vehículo. Además, se ha encuestado a otras 50 personas entre peatones, ciclistas y pasajeros o conductores de otros modos de transporte que se han interrelacionado con el minibús.

Los resultados de la encuesta constatan que “a pesar de existir un cierto desconocimiento inicial e incluso reticencia a probar el vehículo autónomo, al utilizarlo la mayor parte de los usuarios afirmó sentirse segura y confiar en la tecnología, mostrando predisposición a utilizarlo nuevamente y recomendarlo”.

En concreto, un 44% de los encuestados manifestó sentirse confiado, y casi un 30% destaca que se sintió seguro tras realizar el trayecto. Tan solo un 18% manifestó sentimientos negativos como nerviosismo, inseguridad o incertidumbre.


Seguridad versus congestión

Dejando a un lado la seguridad y la confianza, se han valorado también otros aspectos como la sostenibilidad del vehículo, su capacidad para reducir la congestión o su idoneidad como forma de moverse por el campus. En este sentido, un buen número de los participantes en el estudio contestó que la reducida velocidad de circulación del autobús y su baja frecuencia les llevarían probablemente a utilizar otros modos de transporte o a desplazarse a pie.

Casi un 36% cree que incrementa la congestión y algo más del 20%, que aumenta los niveles de seguridad. Cuando se habla de sostenibilidad, la opinión es casi unánime: un 91% del total de encuestados considera que el transporte autónomo es más limpio que el convencional.

El estudio se enmarca en el proyecto PASCAL (Enhance driver behaviour & public acceptance of connected and autonomous vehicles), cofinanciado por la Comisión Europea en el programa Horizonte 2020. Las conclusiones recogen información muy valiosa para conocer la aceptación social de estos servicios de movilidad y poder plantear nuevos itinerarios en el futuro próximo.

Las encuestas, realizadas a usuarios de diferentes perfiles, se han llevado a cabo entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.

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