El 4% de los usuarios de patinetes eléctricos cree que puede circular por cualquier lugar
17 de enero de 2019

Peligro e inseguridad. Es la sensación que tienen 8 de cada 10 conductores y peatones (82%) con respecto a la circulación de segways, patinetes eléctricos y hoverboards, los llamados vehículos de movilidad personal (VMP).

Esta es una de las conclusiones del informe Nuevos sistemas de movilidad personal en ciudad y sus problemas asociados a la seguridad vial, elaborado por Fundación MAPFRE, en colaboración con la Asociación Española de la Carretera, tras encuestar a más de 500 conductores, peatones y usuarios de estos vehículos.

El sondeo, que por primera vez analiza la opinión y percepción que se tiene sobre estos VMP, concluye también que 1 de cada 10 encuestados reconoce haber sufrido algún percance en el último año, motivo por el que 9 de cada 10 (92%) considera necesario que se regule su utilización lo antes posible.

Actualmente circulan en España más de 20.000 vehículos de este tipo, de los cuales, aproximadamente 5.000 se encuentran en Madrid, según cifras de la Asociación de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (AUVMP).

Incertidumbre legal

La mayoría de las personas que utilizan este modo de transporte (8 de cada 10) recomienda su uso por el ahorro de tiempo y dinero que les genera, aunque también señalan algunas desventajas, como la incertidumbre legal existente. Por ello, 7 de cada 10 creen necesaria su regulación.

También subrayan la inseguridad que les produce. En este sentido, el 17% de los usuarios de vehículos de movilidad personal admite haber sufrido un incidente, que en más de la mitad de los casos (68%) no produjo heridos.

Las últimas cifras de siniestralidad recogidas en relación al uso de los VMP reflejan que solo en 2018 se han producido 300 incidentes con cinco víctimas mortales en Badajoz, Barcelona, Asturias, Gerona y Córdoba-, así como numerosos heridos.

En este sentido, el informe pone de manifiesto la opinión extendida de que actualmente los vehículos de movilidad personal “no están exentos de riesgo”, que es necesario regular su uso y que existe un “desconocimiento general” sobre las normas de circulación y pautas de protección, autoprotección y seguridad.

Así lo demuestra el hecho de que el 65% de conductores de vehículos a motor y peatones y el 49% de usuarios de VMP no conocen si existe o no normativa sobre el uso adecuado de estos vehículos. Llama la atención, además, que el 40% de las personas que utilizan este medio de transporte, eléctrico y de pequeño tamaño, consideran que pueden circular por cualquier lugar.

Aceras y carreteras

El estudio aporta una serie de recomendaciones con el objetivo de conseguir que las ciudades sean espacios seguros. En esta línea, hace hincapié en la necesidad de que este tipo de vehículos, que cada vez son más frecuentes, no pueda utilizarse en carreteras y no se aparque en las aceras de modo indiscriminado. “Es necesario volver a peatonalizar las aceras”, defiende Jesús Monclús, Director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, quien asegura que “por éstas sólo deben circular peatones, incluidos los usuarios de sillas de ruedas, y siempre a velocidad de personas”.

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