12 de septiembre de 2025
El pasado 9 de septiembre, el Club Financiero Génova de Madrid se vistió de gala para acoger una cita muy especial: el 75º Aniversario de la Asociación Española de la Carretera (AEC). Un encuentro cargado de emoción, memoria y orgullo colectivo, que reunió a representantes de la industria viaria española, instituciones públicas y privadas, empresas y administraciones asociadas, expresidentes y exdirectores generales, así como familiares de los fundadores de la entidad.
A las 20:30 horas, el rooftop del Club se llenó de voces conocidas y abrazos largos. Era una noche para celebrar una historia común, pero también para mirar al futuro. “Las carreteras son mucho más que infraestructuras; son hilos conductores, nexo de tantos comienzos y finales, de tantas vidas”, recordó el Presidente de la AEC, Juan Francisco Lazcano, en un discurso que marcó el tono de la velada: un equilibrio entre gratitud y esperanza.

Lazcano rindió homenaje a quienes, desde 1949, han contribuido a construir una asociación que ha acompañado el desarrollo de España durante tres cuartos de siglo. “Setenta y cinco años de compromiso, de esfuerzo compartido y de una convicción profunda: que las carreteras son un espacio de progreso, servicio público y modernidad”, subrayó. En su intervención, evocó el legado de los fundadores —entre ellos Ángel del Campo y Francés—, cuyas hijas asistieron también al acto, y dedicó palabras de reconocimiento a todos los que “han sostenido la AEC con trabajo, talento, sueños y dedicación”.
Un viaje por la historia de la AEC
A lo largo de su trayectoria, la Asociación ha sido testigo y protagonista de los grandes hitos del desarrollo viario español. Desde los primeros planes de conservación y modernización hasta la digitalización actual de las redes, la AEC ha sabido adaptarse a cada época sin perder de vista su misión: contribuir a la mejora de las carreteras para mejorar la vida de las personas.
Uno de sus primeros impulsores fue Florentino Pérez, Director General entre 1973 y 1976, quien recordaba en una entrevista publicada en la revista Carreteras que su paso por la entidad le permitió “trabajar con gran entusiasmo y aprender muchas cosas que me han servido para mi vida profesional”. Bajo su dirección, la AEC reforzó su presencia internacional, impulsó los seminarios técnicos, y dotó a la revista Carreteras de un mayor contenido especializado. Pérez, hoy presidente del Grupo ACS, defendía ya entonces el papel decisivo de la colaboración público-privada para garantizar el futuro de las infraestructuras.
Le sucedió Fernando Fernández González (1976-1989), una etapa compleja en lo económico pero decisiva en lo técnico. A él se debe el nacimiento de las Campañas de Evaluación Visual del Estado de las Carreteras, un programa pionero que permitió conocer por primera vez el estado real de la red viaria española. Aquella iniciativa, adoptando modelos internacionales, marcaría un antes y un después en la gestión y planificación de la conservación, consolidando la reputación de la AEC como fuente de información técnica y de referencia sectorial y para los medios de comunicación.
En 1989 tomó el relevo Aniceto Zaragoza, que dirigiría la Asociación durante 17 años y la llevaría a una nueva etapa de expansión nacional e internacional. Diplomático y provocador a partes iguales, Zaragoza defendió que “la palabra conservación hace mucho daño al sector”, porque —según él— minimiza un problema que es, en realidad, de reposición. Su visión combinó técnica y reflexión estratégica: apostó por construir con estándares más duraderos, establecer prioridades reales de inversión y reinventar la carretera como producto. “Desde las autovías y autopistas no hemos tenido nada nuevo, y eso frena la atención sobre el sector viario”, advertía. Firme defensor de la innovación y de una financiación sostenible —“viñeta, peaje o cualquier sistema pactado entre administraciones”—, animó siempre a la AEC a mantener su espíritu integrador.
Ya en tiempos más recientes, Miguel Mª Muñoz Medina, Presidente de la AEC entre 2004 y 2014, consolidó la posición institucional de la Asociación y su papel en la promoción de la seguridad vial. Desde su experiencia como Director General de Tráfico, Muñoz impulsó estudios pioneros en colaboración con la Fundación Mapfre y defendió con firmeza la necesidad de mantener en buen estado el patrimonio viario: “Tenemos un patrimonio impresionante y hay que cuidarlo, pero no con unos cuantos remiendos”, decía con la contundencia que siempre le caracterizó.

Las hijas de Ángel del Campo y Francés, fundador de la AEC, conversan con Aniceto Zaragoza, ExDirector de la Asociación, y Marta Rodrigo, Subdirectora General de Relaciones Institucionales.
Entre la memoria y el porvenir
La gala conmemorativa fue, sobre todo, un encuentro de generaciones. Entre los asistentes se encontraban miembros del Consejo Directivo de la AEC, representantes de las administraciones estatal, autonómica y local, asociaciones sectoriales, centros de investigación, universidades, empresas históricas del sector y también trabajadores de la propia entidad, pasados y presentes. Todos compartieron un mismo sentimiento de pertenencia a una comunidad que ha sabido mantenerse unida y relevante a lo largo del tiempo.
En su discurso, Lazcano recordó que el 75º aniversario “no es un punto final, sino un punto de partida”. Enumeró los retos que definirán el futuro de la movilidad: la sostenibilidad y la descarbonización, la digitalización de las infraestructuras, la equidad territorial, la financiación estable y, por encima de todo, la seguridad vial. “No hay objetivo más noble ni más urgente que reducir hasta el límite posible el número de víctimas en nuestras carreteras”, afirmó.
Fundada en 1949, la Asociación Española de la Carretera ha pasado por etapas de cambio político, económico y tecnológico, manteniendo siempre un mismo propósito: mejorar la seguridad, la calidad y la sostenibilidad de las vías españolas. Hoy, convertida en un referente nacional e internacional, la AEC sigue proyectando su mirada hacia el futuro, abriendo camino a la carretera inteligente, verde y conectada del siglo XXI. “Hoy celebramos el camino recorrido —dijo Lazcano para cerrar su intervención—, pero, sobre todo, celebramos el camino que queda por recorrer. Porque la carretera no es solo un espacio por el que transitamos: es el camino que construimos juntos”.





