El presente ejercicio está repleto de citas electorales y desde la Revista Carreteras nos preguntamos en qué medida la sociedad y sus representantes valoran la importancia de la red viaria, de su conservación y su adecuada gestión.
El contexto socio-político actual se presenta perfecto para propiciar, desde el sector, un cambio global de filosofía orientado a que los responsables de la toma de decisiones y quienes están llamados a exigir que las mismas se adopten de forma racional valoren el fenómeno viario en toda su dimensión.
Trasladamos, en este sentido, algunas reflexiones que pueden ayudar a desarrollar esta nueva concepción de las carreteras que mira hacia el destinatario último del servicio, el ciudadano.
Comenzamos por hablar de movilidad y logística. La movilidad y la logística están en el centro de la economía, en tanto en cuanto las infraestructuras son una necesidad que surge como respuesta a las demandas de movilidad (viajeros) y de logística (mercancías).
En segundo lugar, llamamos la atención sobre el carácter de servicio público de las carreteras. Un servicio público versátil, de disponibilidad plena, 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. Un servicio que es sinónimo de uso público, carácter público y responsabilidad pública.
Seguidamente, proponemos englobar el concepto particular de “conservación” en el concepto global de “gestión”; la gestión de las carreteras hace posible que sigan desarrollando su función como elemento clave del transporte y la economía en el país.
Abogamos también por maximizar la utilización de los recursos, planteando desde la mejora de la capacidad en algunos tramos, hasta procedimientos de gestión a medida (atendiendo a las funciones principales de la vía y sus usuarios), pasando por ordenar la demanda, etc. Todo ello requiere asegurar los recursos económicos necesarios. La conservación, la rehabilitación y el acondicionamiento tienen mucho que aportar en la consecución de este objetivo.
Destacamos la importancia de mejorar la calidad para los usuarios, ya que, si bien no siempre es factible mejorar el diseño de la vía para aumentar la calidad del servicio, sí se pueden plantear operaciones para mejorar la calidad a partir del aseguramiento de un óptimo estado de conservación del firme y el equipamiento, proporcionando fiabilidad y mejorando los servicios anexos a la carretera.
Entendemos que es factible reducir costes de operación y mantenimiento partiendo de un programa de conservación estable, planificado, vinculado al valor patrimonial y sostenible en el tiempo que, a medio-largo plazo, permita optimizar las actividades de conservación, disminuyendo sus costes. La externalización de determinados servicios, con la participación del sector privado, es de gran ayuda.
Resulta clave, asimismo, reducir los efectos negativos del transporte por carretera. En el contexto actual, la gestión viaria se caracteriza por ajustarse al principio de “reducir, reciclar, reutilizar y reemplazar”. Las operaciones de gestión deben ir destinadas a reducir la congestión, minimizar las emisiones, disminuir la accidentalidad, proteger el medio ambiente utilizando productos más ecológicos, etc. Un buen estado de conservación de la vía redunda en menos emisiones de los vehículos, mayores niveles de seguridad de la circulación, menos congestión, menor tiempo de transporte y un menor consumo de combustible.
Prolongar la vida útil de la infraestructura es otro factor a tener en cuenta, derivado de las operaciones de mantenimiento preventivas. Para poder programarlas, es necesario disponer de un inventario y de un programa de operaciones con criterios de coste-beneficio.
Instamos también a considerar todo el ciclo de vida de las carreteras, en tanto en cuanto un análisis de costes a lo largo de todo el ciclo de vida nos permite ver la importancia de una adecuada conservación viaria.
Por último, nos felicitamos por los datos de presupuestos de 2015, que nos hacen pensar, con esperanza, en un cambio de tendencia que es preciso reforzar. El modo de transporte que eligen más del 90% de los viajeros y el 84% de las mercancías lo precisa.
¿Se imaginan 7.300 aviones haciendo la ruta Madrid-Barcelona completos cada día? ¿O 6.200 trenes AVE de Madrid a Sevilla también completos diariamente? Es el equivalente al tráfico interior de viajeros por carretera en España. Otro dato que puede asemejarse: más de 24 millones de personas corriendo una maratón todos y cada uno de los días del año.
Concluimos con un deseo:
Implementar un sistema de gestión de las infraestructuras de carreteras como el descrito. Esto requiere una óptima asignación de recursos, planificada, estable y suficiente, adecuada a un servicio público de primera necesidad para los ciudadanos. Un enorme valor patrimonial (se estima en 80.000 millones de euros la Red de Carreteras del Estado y casi 90.000 millones las redes de Comunidades Autónomas y Diputaciones Forales) así lo merece.
This year is full of electoral appointments and from the Roads magazine we wonder to what extent the society and its representatives value the importance of road network, its maintenance and its proper management.
The current socio-political context is perfect to propitiate, from the road sector, a global change in philosophy aimed at decision makers to adopt rational options, considering roads from a wide perspective.
We transfer, in this sense, some reflections that can help to develop this new conception of the roads that looks towards the ultimate recipient of the service: the citizen.
We start with mobility and logistics. Mobility and logistics are at the center of the economy, since the infrastructures are a need that arises in response to mobility demands (travelers) and logistics (goods).
Second, we draw attention to the character of public service of the roads, a versatile public service, fully available, 24 hours a day, 7 days a week, 365 days a year, a service that is synonymous with public use, public character and public responsibility.
Next, we propose to encompass the particular concept of "Conservation" in the global concept of "management"; the management of roads makes it possible for them to continue developing their role as key element of transport and economy in the country. We also advocate maximizing the use of resources, from the improvement of the capacity in some sections, up to customized management procedures (attending to the main functions of the road and its users), including demand management, etc. All this requires securing the necessary financial resources. Conservation, rehabilitation and conditioning have a lot to contribute in achieving this goal.
We emphasize the importance of improving quality for users; although it is not always feasible to improve the design of the road to increase the quality of the service, it is possible to consider operations to improve quality by means of increasing maintenance condition of pavement and equipment; this will provide reliability and improvement of the services closes to the road.
We understand that it is feasible to reduce operation and maintenance costs based on a stable conservation program, planned, linked to network value and sustainable over time that, in the medium-long term, allows optimizing the activities of conservation, reducing its costs. Outsourcing certain services, with the participation of the private sector, is of great help.
It is also key to reduce the negative effects of transport by road.
In the current context, road management is characterized for adhering to the principle of "reduce, recycle, reuse and replace". Management operations should be aimed at reducing congestion, minimizing emissions, reducing accidents, protecting the environment using greener products, etc. A good road maintenance status results in fewer emissions of vehicles, higher levels of traffic safety, less congestion, shorter transportation time and lower consumption of fuel.
Extending the useful life of infrastructure is another factor to consider, derived from preventive maintenance operations. In order to program them, it is necessary to have an inventory and an operations program with cost-benefit criteria.
We also urge to consider the entire life cycle of roads, as a cost analysis throughout the life cycle allows us to check the importance of adequate road maintenance.
Finally, we congratulate ourselves on the 2015 budget data, that make us think, hopefully, of a change in trend which needs to be reinforced. The mode of transport chosen by more than 90% of travelers and 84% of goods require it.
Can you imagine 7,300 complete planes doing the Madrid-Barcelona route every day? Or 6,200 AVE trains from Madrid to Seville also complete daily? It is the equivalent of inland passenger traffic by road in Spain. Another fact that can resemble: over 24 million people running a marathon each and every day of the year.
We conclude with a wish:
To Implement a road infrastructure management system as described. This requires an optimal allocation of resources, planned, stable and sufficient, adequate to a public service of primary necessity for citizens. A huge equity value (the Road Network of the State estimated at 80,000 million euros and almost 90,000 million networks of the Autonomous Communities and Provincial Councils) deserves it.